Es un término psiquiátrico que describe un estado de salud mental caracterizado por la presencia de delirios. Más específicamente, puede referirse a un tipo de sensaciones angustiantes, como la de estar siendo perseguido por fuerzas incontrolables (manía persecutoria), o ser el elegido para una alta misión, como la de salvar al mundo (delirio de grandeza o grandiosidad, atribuido por algunos estudiosos a determinadas personalidades dictatoriales y gobiernos). El psiquiatra español Enrique González Duro, en su libro La paranoia (1991), afirma que los factores desencadenantes de esta enfermedad se encuentran muy activos en individuos que presentan un acusado narcisismo y que se han visto expuestos a serias frustraciones, hallándose consecuentemente dotados de una baja autoestima. Esto provoca que se dispare en los mismos el mecanismo natural de Proyección, muy estudiado por la psicología, en virtud del cual tendemos a atribuir a otros aquellos impulsos, fantasías, frustraciones y tensiones que nos resultan inexplicables, inaceptables e insoportables en nosotros mismos Muchas veces un paranoide enfatiza en evitar una acción, aunque la desea con el pretexto de no causar conmoción: «Vi una rosa y quise olerla, pero tuve miedo de dejarla sin aroma». Metafóricamente piensa que algo que le agrada en realidad le ocasionará daño. El síntoma principal

es delirio permanente. En la paranoia los síntomas del delirio aparecen gradualmente, y el paciente es sentimental, sospechoso, irritable, introvertido, presionado, obstinado, celoso, egoísta, asocial y amargo. La persona no reconoce sus propias faltas. “El manual de diagnóstico y estadístico de desórdenes mentales”, cuarta edición (DSM-IV), el manual de los EE.UU. del profesional de salud mental; enumera los síntomas siguientes para el desorden paranoico de la personalidad: Preocupado con dudas sin apoyo sobre amigos o asociados Cree que otros están conspirando contra él/ella Percibe los ataques contra su reputación que no están claros a otros, y es rápido para contraatacar Mantiene suspicacias infundadas con respecto a la fidelidad de un esposo/a Lee intensiones negativas en observaciones inofensivas de otras personas Renuente a confiar en otros debido a un miedo que la información se puede utilizar contra él/ella”. La hipnoterapia (Psicoterapia bajo estado hipnótico), le hace entender al paciente que la Paranoia, es decir, lo que veía, oía, temía, etc., no son más que traumas, sentimientos de dolor y/o temores, que no habían sido entendidos, ni enfrentados, por lo tanto no fueron superados, complicándole cada día más la vida y llevándolo a ser encasillado/a dentro del diagnostico de enfermo/a mental.